Cine de Estrellas


Un nuevo modelo de Observación Astronómica Pública
 
 
   

 

Después de más de 20 años de andadura como Asociación de Astronomía Amateur, durante los cuales han sido numerosas y variadas las actividades de observaciones astronómicas dirigidas al público en general en un intento de difundir y divulgar la Astronomía y también de concienciar sobre los valores del cielo oscuro, hemos ido acumulando experiencia acerca del impacto y efectividad de los modelos al uso en este tipo de actuaciones.

Básicamente el modelo tradicional consiste en instalar varios telescopios en el lugar, escogido en base a condicionantes de accesibilidad e intentando conjugarlos con valores a resaltar como la calidad del cielo y la diversidad del potencial público interesado, por los que sucesivamente van pasando los asistentes al tiempo que, bien como introducción o como relato paralelo, se van resaltando detalles de contenido pretendidamente didáctico y motivador.

La experiencia siempre nos ha resultado gratificante, pero el modelo en sí mismo también nos ha parecido mejorable desde hace tiempo.   Los grupos pronto pasan a desestructurarse y, tanto la información transmitida como la experiencia en sí misma, acaban diluyéndose en múltiples experiencias personales, donde desaparece la cohesión de grupo, y resultan difíciles de valorar.  Al final siempre queda la sensación de un cierto caos, controlado, pero inevitable.  Y esto siempre en mayor o menor grado, con independencia del buen saber hacer de los monitores que desarrollan la actividad.

Con esta premisa en mente, y empujados por la situación especial derivada de la pandemia del covid-19 y sus condicionantes, hemos creído que era el momento de dar un paso adelante y avanzar hacia un modelo más evolucionado.

 

El modelo “Cine de Estrellas”

Inicialmente el punto crítico a resolver era eliminar el paso continuado de personas por los diferentes oculares de los telescopios.   Sin duda, y como desde un principio se planteó en todo el colectivo amateur, para este tipo de actividades se trata de un posible foco de contagio que, dadas las circunstancias, anulaba toda posibilidad de realizarlas responsablemente. Nuestra opción, de entre las posibles, ha sido incorporar en el sistema un ocular electrónico, (evidentemente, una cámara CCD), y proyectar la imagen captada en una gran pantalla accesible para todos los asistentes al mismo tiempo.

Ésta era la pieza del puzle que necesitábamos para resolver nuestros reparos al modelo tradicional de manera que, con independencia de que la situación actual del virus pase a mejor vida, el nuevo modelo en AstroCuenca ha llegado para quedarse.   Resulta evidente que el procedimiento simplifica algunas cosas, como el ser suficiente un único telescopio para desarrollar la sesión, pero también requiere algo más que la cámara CCD para hacerla posible, como un proyector, una pantalla, el ordenador portátil y accesorios de logística inevitables, (mesa auxiliar, baterías o punto de corriente accesible y megafonía deseable).  Aunque todo esto son cuestiones menores, sin duda.

La idea es sencilla.   No estamos descubriendo nada nuevo.   Pero su puesta en práctica no es tan simple y requiere de personas experimentadas con habilidades manifiestas en las técnicas de astrofotografía.  En definitiva se trata de conseguir la suficiente versatilidad como para hacer la versión de campo de algo que es más propio de una instalación fija.

La sesión

Como ya se ha indicado, nuestro propósito partía de volcar el peso del modelo sobre el contenido divulgativo, tanto en la temática astronómica como en la intención de resaltar los aspectos positivos y deseables del cielo oscuro.   Este objetivo desplaza el guión de la sesión a la capa didáctica que se elabora a modo de presentación, (modo conferencia), pero que integra en su desarrollo las imágenes en tiempo real captadas por la cámara sobre el telescopio y permite, sobre el mismo discurso, ir explicando las características físicas de los objetos que se van presentando, nociones sobre la física de los procesos que los configuran, las características instrumentales del propio sistema empleado, etc., …   Discurso que en cada sesión puede ir variando en función de los objetos celestes accesibles, así como del perfil propio de los asistentes.

 

 

El modelo, superada la fase pandémica, es susceptible de ser complementado con otros telescopios de campo para permitir la observación visual del cielo por parte de los asistentes, resultando así una sesión híbrida en la que la parte tradicional de estas observaciones y su componente motivadora se mantiene, pero sin perder el objetivo fundamental de la divulgación al grupo como eje fundamental de la sesión.

Los resultados después de la experiencia desarrollada por AstroCuenca durante el verano de 2020 ha sido tremendamente satisfactoria.   Como se hace patente en las imágenes anteriores, el escenario recuerda lo que podría ser un cine de verano, de ahí nuestro apelativo de ‘cine de estrellas’.

Veranos Astronómicos de Castilla La Mancha (vídeos):  2022 Vega del Codorno - 2022 Las Majadas - 2020 MUPA (Cuenca)